Cataluña dispone de fuentes tradicionales y alternativas que garantizan su agua. Las tradicionales son los ríos, los acuíferos y los embalses (que almacenan agua y al mismo tiempo retienen y evitan inundaciones). Pero el agua en Cataluña no siempre está donde se necesita.
El 92% de la población catalana se concentra en las grandes ciudades costeras. Estas zonas son precisamente donde hay menos agua disponible (40% del total).
Los embalses de Cataluña, cuando están llenos, tienen agua para un año. Si no llueve durante 365 días, es posible que no haya suficiente agua para todos.
Los ríos que abastecen el área metropolitana de Barcelona son mediterráneos, con un caudal pequeño e insuficiente (el agua que tenemos disponible en Barcelona es 26 veces inferior a la de París o unas 300 veces inferior a la de Viena, por ejemplo).
Durante los meses de verano, el consumo de agua crece significativamente, debido al aumento de la demanda. Esto nos ha obligado a hacer un consumo EXTREMADAMENTE responsable.
La población de Cataluña, desde el año 2002 hasta la actualidad, ha interiorizado unos hábitos de consumo de agua racionales y sostenibles.
En menos de 20 años, los ciudadanos han reducido su consumo diario en unos 30 litros. Cataluña es una de las regiones de Europa con menor consumo de agua (con una media de entre 108 y 113 litros por habitante y día).
Cataluña es muy eficiente en cuanto al consumo de agua doméstica; la media es de 113 litros por persona y día. Además, si hablamos en términos de ciudades, Barcelona es un referente en Europa, con un consumo medio de solo 108 litros por persona y día. Solo las ciudades de Copenhague y Bruselas tienen un consumo inferior.